Tres décadas de ejercicio en educación especial
Compartimos con todo respeto un extracto de la obra del
MAESTRO ARNOLDO RAMIREZ DE LOS REYES.
EL POETA DE LOS REYES.
De su libro
Aliento de palabra.
Poemas referentes a niños con capacidades diferentes
“Quien quiera crecer, que alcance la talla de un niño”
SÉ FUERTE, MADRE.
Tensa tus músculos, pon fría la expresión de tu cara, aunque un fuego interno te descubra. Sé fuerte, porque en ocasiones sólo tendrás de tu hijo el dibujo débil de su ingenua sonrisa.
Sé fuerte cuando interrogues al destino sobre los mil motivos de tal suerte y sólo obtengas por respuesta una invitación a ser más fuerte.
Cuando observes a tu crío como la flama a cuya vida arrebata el viento y pretendas cobijarle, déjalo, que las fuerzas del aire puro le hagan fuerte y que sus fuerzas se templen en la libertad.
A UN NIÑO HIPERQUINÉTICO
(Inquieto)
Tus líneas en tamaño no son muchas y ya tu cara dibuja la forma completa de la astucia. Apenas toca el rayo de sol a tu ventana de niño ya despierto, cuando con gritos de granadero le recibes: saltas, trepas y hablas sin pausas. Son las seis de un día recién nacido y ya despiertas a los tuyos, los que tanto te queremos y mucho más nos preocupamos.
Entusiasmado hablas de ir a la escuela pero no llevas tu mochila, con amor hablas de tu maestra, pero al estar con ella le desobedeces; sales de allí corriendo y peleando en el camino, con aquellos, tus amiguitos, que ya no desean serlo. En casa te sientas a probar tus alimentos sin lavarte las manos y los devoras con desesperación, cual si fuera tarea que se te encomendara en contrato. Esta es tu historia, y la primera de ellas la escribes desde muy temprano y la última la deseas iluminar cuando ya todos queremos dormirnos. Lo que más lamento es que tu inteligencia la derramas cual río suelto en días de sed. Eres capaz, pues cuando algo te pregunto presuroso das tu respuesta.
Muchos como tú sufren castigos, pues convierten a sus hogares en verdaderos campos de batalla, golpean a sus hermanos, quiebran objetos, maltratan puertas, saltan en las camas y ahorcan a sus gatitos y hacen enojar al perro. Muchos como tú, cuando plasman sus caritas en una foto salen siempre con cabellos descuidados, cara sucia, ropa lastimada y todavía más, en esa misma foto, atrás o a un lado de ti, estarán destrozados unos padres abnegados, pero llorosos e impotentes.
EPILEPSIA
Es espasmo de la carne, temblor que encoge al corazón y al alma, es también dolor por tanto amarle, a ese trozo gigante que al Goliat encarna.
Cuando pasa el sopor de la descarga, tu cara expresa un no sé, como si nada, y es que el susto que a tu infancia embriaga no te da tiempo a analizar su carga. Esas cargas terribles de sorpresas que avisan con el golpe mismo, es zarpazo que se le da a la presa y le hunde hacia la sima del abismo.
Y te ví constriñendo tu óvalo de expresión ingenua, rayos nerviosos que no admitían mengua, hacia tu cuerpo me abalancé auxiliando al hálito de vida que se te fue quedando. Después, atisbas tu cara de alegría, como dando a tus perplejos padres un mensaje nuevo que de vida aún tenías, y vuelves así del limbo terrible en que vivías hacia los brazos tibios de tu excelsa madre.
Convulsión es más que fugarse un rato, es asir tu cuerpo y lanzarle impotente en el impulso impaciente de animarle; convulsión es negarse a la sorpresa de ese asalto, salir y correr con tu cuerpo inerte en el infinito afán de intentar salvarte. Y cuando a tu cuerpo lanzo al aire con mil fuerzas, lanzo así con vigor inagotable la idea que a entender no alcanzo y a riesgo de cometer torpezas lucho y brego en cada instante que parece inacabable. Convulsión es la parte final de la inconsciencia donde se estrechan en abrazo vida y muerte, es retar en capricho a la ciencia: reto y final dictados por la suerte.
Cuando a tu pequeño veas, más que dulzura, dale a tu mirada, un rumbo y una senda que oriente, una intención, pero por favor que no se llenen tus ojos con llantos surgidos del clamor o con lágrimas nacidas de lo imposible. Son muchas las circunstancias que lastiman a una madre, pero siempre dará la cara, corta al viento frío y reta a mil barreras defendiendo a su fruto.
¡Ah! pero recuerda no por parecer más fuerte, desnudes a tu alma de esa sutileza con que diseña al mundo: dar vida es repetir la orden sagrada del creador.
Concédanme libertad de espíritu.
Para que pueda imaginar a una luna llena y hermosa y su luz brille por la senda que me están sombreando y por fin … Concédanme el principio de todo, pero al precio justo de su verdadera altura para que no me pierda lo fácil, al precio justo de lo posible y difícil para que mi talla, mañana, rasgue al infinito y haga suyo el verdadero tamaño de los hombres cuerdos. Anímense, penetren en mi alma y se encontrarán dentro de un sensible cuerpo de niño que les imante con su sonrisa, y que no es ni más malo ni tan distinto … solo soy del mismo barro
Con todo respeto y admiración a la obra del Maestro ARNOLDO RAMIREZ DE LOS REYES
De su libro
Aliento de palabra.
Instituto Sonorense de Cultura
“Ser maestro de educación especial es llegar a ser y estar, vivir y gozar las pinceladas preciosas que el creador nos permite dar para iluminar un contexto que para algunos es trabajo, pero que nosotros llamamos oportunidad de servir”