Las clases virtuales son una herramienta muy valiosa para todas las personas que
quieren aprender, y el transportarse hacia una institución les resulta complicado,
es una modalidad de estudio que se ha usado durante más de 10 años. Al
encontrarnos en una emergencia sanitaria por la COVID-19, su aplicación
alrededor del mundo se volvió una obligación para cuidar y preservar la vida de los
estudiantes y no descuidar el ámbito educacional que es sumamente importante y
no debe quedarse estancado.
Hay muchos sectores que poco a poco,han ofrecido soluciones para continuar con
operatividad y responsabilidad tomando en cuenta las recomendaciones de
aislamiento social. Uno de los sectores que ha tenido que responder con urgencia
a esta situación de crisis es el de la educación.
Docentes han implementado estrategias de educación virtual en muy poco tiempo.
Es cierto que existen aspectos de la formación personal que será muy difícil
trasladar a la modalidad en línea; sin embargo, es crucial en este contexto cambiar
a una educación no presencial.
El gran avance tecnológico nos ha enseñado a utilizar espacios virtuales como la
plataforma Zoom, y formas de ofrecer a los estudiantes sistemas de aprendizaje
que llegan a cualquier parte del mundo, para obtener información, comunicación y
educación del colectivo. En este sentido, el proceso educativo se fortalece con la
inclusión de las tecnologías, caracterizadas por la posibilidad de acceder a
grandes cantidades de información y de conectarse con personas que
normalmente no sería sencillo conocer a menos que tuvieras que viajar. Ante esta
situación, cabe preguntarse ¿cuál es el efecto negativo ante la inclusión de las
llamadas TIC’s (Tecnologías de la información y la comunicación) en la
educación?
La respuesta a ésto es muy sencilla, los chicos (as) no estaban acostumbrados a
estudiar en un lugar con tantas distracciones como lo es el hogar, por lo tanto
tampoco tienen un plan de estudio adecuado, ya no interactúan de la misma
manera con sus compañeros como lo hacían en clases presenciales, sin
mencionar que tanto tiempo de aislamiento ha traído consigo sentimientos poco
confortables como la depresión y ansiedad. Un conjunto de situaciones ha
propiciado la falta de interés tanto a estudiantes como a padres de familia, en
pocas palabras perdieron la motivación por estudiar y esto ocasiona una
considerable deserción escolar.
A continuación te daremos unos consejos para que esto no ocurra:

1 Elige el lugar ideal

Siempre busca el lugar con menos ruido y más cómodo para tí, siempre y cuando
la comodidad no sea un motivo de distracción

2 Mantén tu rutina

Aunque no salgas de casa, intenta mantener simples y sin modificarse aspectos
de tu rutina diaria que te hacen sentir bien, como levantarte tempano, bañarte y
desayunar.

3 Que no se te vaya la señal

Asegúrate de que el lugar donde te conectes tenga una buena señal de internet
para evitar cualquier inconveniente durante tu clase.

4 Elabora un plan de estudio

Haz un pequeño itinerario organizando tus tiempos de estudio, la organización te
ayudará a no sentirte tan atareado. Y asegúrate de también darte un tiempo de
relajación y descanso.

5 Prioriza

En el momento en que tomes tus clases dales prioridad, y escúchalas completas,
toma tus apuntes e intenta no distraerte por ahí en internet.

6 Participa en clase

Participar te hará sentir más activo y probablemente inicies un diálogo entre
maestro y alumnos, así tampoco estará del todo perdida la socialización.

Referencias:

CTB (24/03/2020) «¿Tomarás tus clases en línea debido a la contingencia del COVID-19? Te compartimos consejos para sacar lo mejor de esta experiencia» liga web https://tec.mx/es/noticias/irapuato/educacion/tendras-que-estudiar-desde-casa-15-t
ips-para-tus-clases-en-linea

GJIN versión impresa ISSN 2014-9832 «Las clases virtuales durante la pandemia de COVID-19» liga web https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2014-98322021000300010

https://www.redalyc.org/pdf/652/65232225008.pdf