DISPRAXIA
DISPRAXIA
Los niños y niñas con dispraxia pueden tener dificultades para agarrar bien el lápiz o escribir, incluso para hacer el nudo de sus agujetas. Esto no afecta el nivel de inteligencia de un niño.
¿Qué es la dispraxia?
Miller (2004) expresa que “La dispraxia es una pérdida parcial de la habilidad autónoma para coordinar y realizar ciertos movimientos y gestos”.
Es decir, que hay una inhabilidad de no poder manejar adecuadamente cada parte de su cuerpo o bien, la dificultad oral.
La dispraxia es conocida también como El síndrome del niño torpe, porque quienes padecen este problema de aprendizaje tiene dificultades para coordinar, suelen tener torpeza o lentitud en la realización de sus actividades.
¿Cuáles son las causas de la dispraxia?
Algunos problemas que pueden verse influenciados en el problema del aprendizaje de dispraxia son:
- Herencia o genética
- Dificultades en el embarazo
- Problemas en el nacimiento
- Problemas emocionales
Tipos de dispraxia
De acuerdo a Miller (2004) existen tres tipos de dispraxia: ideomotora, ideacional y verbal.
- Dispraxia Ideomotora: Dificultad en la habilidad de pasar de una idea a una acción. Por ejemplo: Pensar en recoger un objeto y el de hacerlo.
- Dispraxia Ideacional: Dificultad para planificar una secuencia de acciones motoras de varios pasos. Por ejemplo: Atarse las agujetas de los zapatos, lavarse los dientes, hacer su cama.
- Dispraxia Verbal: Dificultad en la habilidad de vocalizar y expresar oralmente las palabras. Por ejemplo: Si les dices que repita la palabra “pelota” va a decir “pelola” o “caseta” va a decir “cateta”.
¿Existe algún tratamiento?
Los tratamientos de la dispraxia están encaminados a mejorar las limitaciones que presenta el niño, con el fin de integrarlo en las actividades grupales. Las actividades que ayudan al niño son: ejercicios, juegos, aprender a tocar un instrumento musical, subir y bajar escaleras, saltar, correr, jugar con plastilina, cortar con tijeras, escribir, pintar, dibujar, armar rompecabezas, jugar con yoyos, con aros. En el caso de la dispraxia verbal, se recomienda realizar una serie de ejercicios con la lengua. Viviana F. (2017).
Estas actividades ayudarán al niño o niña a mejorar continuamente su desarrollo en las actividades diarias, como lo son el amarrar sus agujetas, pronunciar correctamente las palabras y tener un orden al expresar sus ideas.